Sí, después de un mes de estar en Monterrey otra vez, al fin tengo internet en mi casa. Y sí, casi me vuelvo loco. De hecho, varios amigos y conocidos lo primero que me dijeron fue ¿Cómo aguantaste tú sin internet? mhm aunque creo que no quedaba otra opción, más que quedarme en la escuela hasta tarde para aprovechar un poquito.

Que ¿por qué no tenía?; Por una parte tardé demasiado en ir a contratarlo; por otra, la compañía (Multimedios) tardó aún más en conectarlo. Pero en fin, lo bueno es que ya lo tengo y eso me puso a reflexionar como cuando contamos con algo, nos acostumbramos a tal grado que lo damos por sentado y no es sino hasta que nos falta, que lo apreciamos. Como dirían otros, “nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde”.

Juan publicó ésta imagen de XKCD que describe lo que pasó a la perfección, solo que yo, no tenía suficientes señales WiFi para aplicar la lata de Pringles… y, no tengo tarjeta inal[ambrica externa.