Primero que nada hay que explicar lo que es el LHC (Large Hadron Collider), en español sería el “Gran Colisionador de Hadrones“. Es un acelerador de partículas que se encuentra en la CERN (Organización Europea para la Investigación Nuclear), cerca de Ginebra.
Este es y ha sido uno de los proyectos más grandes y costosos de la ciencia contemporanea y fue creado con el objetivo de acelerar los protones a velocidades cercanas a las de la luz por un túnel para después chocarlos entre sí para producir altísimas energías que podrían simular los instanes después del Big Bang, para poder entender mejor el origen del Universo y otras cuestiones científicas.
El LHC consiste en un túnel de 27.3 km de perímetro, 9000 imanes y en él trabajan cerca de 7000 científicos y se han invertido más de 10 mil millones de dólares.
Ahora, en algunos medios tradicionales se dijo que de salir mal, este proyecto podría originar un hoyo negro que terminaría por succionar la tierra y destruirla, esto causó pánico entre algunos, de hecho una adolescente india se suicidó por el terror que le causaba la idea.
Sin embargo algo de cierto tiene, en teoría, en el peor caso, los Científicos del LHC podrían crear un micro hoyo negro, pero no tendría suficiente energía ni para prender un foco, mucho menos para eliminar a la tierra desde dentro; así que no se preocupen por nada, por más mal que salgan las cosas, de acuerdo con la teoría de la relatividad de Einstein, el planeta no se verá amenazado en lo más mínimo.
De hecho, la priemera prueba se hizo hace dos días y fue todo un éxito
Y todo esto ¿Para qué? para comprobar la existencia de una supuesta e hipotética partícula que los llevaría a dar respuesta a sus conjeturas. ¿Qué sacamos con eso? ¡nada! el universo seguirá siendo el mismo, salvo que nosotros correríamos el riesgo de desaparecer. Experimentar con energía atómica bajo tierra, donde todo es fuego… De nada nos sirve los respaldos matemáticos y las “teorías” de Einstein. Solo nos basta nuestro sentido común para saber que todo eso es un despropósito. Con la fuerza de la naturaleza no se juega.