Una mujer Californiana mandó un pedido a la empresa Coreana RNL para que clonasen su difunto perrito de nombre Booger, un bull-terrier que murió hace más de un año y cuyo tejido del oído se conservó en un laboratorio de Estados Unidos a unos -200°C.
El enorme apego le costará a la señora $150,000 dólares y la copia del perro que alguna vez le salvó de ser atacada por otro, deberá estar listo después de varias pruebas en febrero del 2009. No hay duda, es una señal más de la decadencia humana.
Solamente no entiendo porque decir acerca de la decadencia humana en este caso, lo creería si estuviera pidiendo clonar a otro ser humano, porque ¿desde hace no cuanto tiempo el hombre a usado a los animales a su antojo?