Cristopher Koch de 28 años estaba decidido a llenarse las manos con los billetes que la cajera le daría, preparó su pistola y se puso una máscara naranja para pasar desapercibido, pero el problema fue que no leyó el horario del banco y llegó un minuto después de que cerraran. Obviamente no pudo entrar al banco.

Mientras intentaba acceder, los empleados apuntaron las placas de su auto y lo reportaron a la policía, quienes encontraron el vehículo en la residencia de Koch, junto con la pistola, y la discreta máscara de esquiar naranja.

Y aunque Koch no se llevó nada, resultó culpable bajo los cargos de intento de robo, y posesión de instrumentos criminales. Ok.. ya saben qué no hacer, o más bien, como no hacerlo.

Enlace: Masked man botches bank robbery | Vía: Fark