A los 13 años Michael Wiley perdió sus brazos y la mayor parte de su pierna izquierda en un accidente eléctrico y aún así obtuvo el permiso de conducir.
Aunque se pensaría que no es un muy buen conductor pero de hecho ha protagonizado varias persecuciones a exceso de velocidad que le han hecho perder su licencia varias veces y acumular suficientes infracciones como para pasar tres años en prisión, incluso ha golpeado alguna vez a un agente de tránsito.
Pero ahora Wiley por fin fue atrapado y fue puesto a jucicio donde lo condenaron a 5 años por sus dotes automovilísticos y cargos por drogas.
Wiley afirmó que no piensa volver a conducir nunca más.
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