
Pero hace unos días Daisy, la perrita, encontró un hueso de su propio tamaño medio enterrado en la arena, como no pudo desenterrarlo por sí sola, esperó a que llegara su dueño, para que viera y recogiera el hueso de casi 4 kilos y unos 35 cm que en realidad es parte de los restos fosilizados de un Mamut que tiene al menos dos millones de años de antigüedad.
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